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Ecuador y las Remesas: Una Fuente de Ingresos en Tiempos de Inestabilidad


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Las remesas enviadas por los migrantes ecuatorianos han crecido de manera sostenida en los últimos años, superando los ingresos que el país recibe por deuda externa. En 2024, se estima que el total de remesas alcanzó los 6.573 millones de dólares, un aumento del 21 % con respecto a 2023, según cifras citadas en Diario Expreso. Hasta el tercer trimestre de ese año, el Banco Central del Ecuador (BCE) reportó 4.753 millones de dólares en remesas, lo que representó un incremento del 20 % en comparación con el mismo período del año anterior.

Desde 2020, los envíos de dinero han mostrado una tendencia al alza, casi duplicándose en cinco años. En términos de participación en la economía, las remesas representaron en 2024 alrededor del 4,9 % del PIB ecuatoriano, una de las cifras más altas en América del Sur, por encima de países como Colombia (3,1 %) y Bolivia (2,6 %). Este crecimiento se ha dado en paralelo a una reducción en la llegada de financiamiento externo, ya que Ecuador ha limitado la emisión de deuda en los mercados internacionales debido a su alto riesgo país, que ha superado los 1.000 puntos básicos, encareciendo el acceso a nuevos créditos.

El contexto migratorio ha sido un factor clave en este fenómeno. Solo en 2024, 94.767 ecuatorianos no regresaron al país después de viajar al extranjero, sumándose a la ola migratoria reciente. A diferencia de décadas anteriores, ahora emigran no solo personas de bajos recursos, sino también empresarios y profesionales que buscan salir del país debido a problemas de inseguridad y extorsión, lo que ha llevado a una mayor cantidad de envíos de dinero desde el exterior.

El crecimiento de las remesas en Ecuador se ha explicado, en parte, por la rápida recuperación económica de países como Estados Unidos y España, principales destinos de los migrantes ecuatorianos, luego de la crisis generada por la pandemia. En estos países, los ecuatorianos han encontrado oportunidades laborales que les han permitido enviar mayores cantidades de dinero a sus familias. Durante la crisis sanitaria, este flujo de remesas evitó una contracción aún más profunda del consumo interno en Ecuador, funcionando como un estabilizador en la demanda agregada.

Sin embargo, este nivel de dependencia de las remesas también plantea riesgos. Las políticas migratorias en Estados Unidos han sido históricamente un factor determinante en la estabilidad de estos flujos. Aunque en administraciones pasadas no se han implementado restricciones directas a las remesas, han existido propuestas para imponer impuestos a estos envíos, lo que podría impactar negativamente en los ingresos de muchas familias ecuatorianas. Además, una desaceleración económica en los países receptores de migrantes podría reducir la capacidad de los ecuatorianos en el exterior para seguir enviando dinero.


Por: Equipo de redacción de la Unidad de Simulación y Análisis Económico y Empresarial.

Fuente: Diario Expreso

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